Cuantas veces lo habré dicho, cuantas veces lo habré pensado y que pocas veces lo he cumplido.
Si si, me refiero a la famosa frase “no tomo más en la semana”.
Pasó de ser un día en el que iba a volver tranquilito a casa y ver la tele, a terminar cenando en la casa de Marce con los hermanitos Perasso.
Como 3 salames, yendo en el bondi con las botellas de alcohol que habíamos comprado. Lo que es no tener auto, todavía no me acostumbro del todo.
Una noche mágica, en donde fue mi tercera incursión en la comida china, luchando con los fucking palillos. Hasta que desistí y pasé al tenedor.
Es una comida a la que todavía no le encuentro la vuelta. Si bien no me parece fea, tiene algo que no me cierra. Me termina aburriendo. Al punto de en cierto momento, querer tirar el plato a la mierda y pedir una pizza. Pero para cambiar un poco de vez en cuando no viene mal.
Una cena con unos vinitos semi-picados, pero aireados. Si, Marce estrenó con nosotros un recipiente con forma de florero que supuestamente sirve para airear el vino. Para que sirve eso no lo sé, pero tomamos vino aireado. (NOTA: los supermercados chinos tienen vinos más baratos, pero el 90% están picados).
De postre consumimos un exquisito vodka Polaco que no recuerdo el nombre, con naranja. Algún que otro trago de whisky. Y la frutilla del postre, el Smirnoff Caipiroska, que es un descocador instantáneo. Te detona el cerebro ni bien es ingerido, con una efectividad asombrosa.
Con ese cóctel alcohólico era casi previsible el final.
Pero fue una linda velada, con una larga sobremesa repleta de charlas.
Ah, casi me olvido, al final de la noche le rompí el culo a Adri jugando al rugby en la Play2.
Consecuencias de esto: Costándome un montón levantarme, dando pena toda la tarde y diciendo “no tomo más en la semana”. Algo que dudo que algún día pueda cumplir.
miércoles, 27 de febrero de 2008
a mi un CHAU MIEN de pollo...
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jueves, 14 de febrero de 2008
Crítica a River...
Lo que van a leer a continuación es una crítica que escribí luego de vivir el lamentable partido de River del Miércoles por la noche para el BLOG que tiene Farinella en la página de Olé. Pero como el gordo puto no quiso publicarla y necesitaba descargarme, la pongo en el mío.
Estoy cansado, estoy desesperado. Estoy harto de ver salir a River a donde sea y dar pena. No importa el lugar. Ecuador, Peru, Colombia, Brasil, y ni mencionar cuando somos visitantes acá en la Argentina. Me da bronca saber que hoy nadie nos respeta. Que hoy cualquiera se pone contento al saber que juega con nosotros porque saben que nos pueden ganar. De saber que seguimos batiendo records, pero no de partidos ganados o de trofeos, sino de derrotas y fracasos deportivos. No se si son los jugadores o River el problema, pero cualquiera que se pone la gloriosa camiseta de River hoy en día pareciera que le agarra amnesia y se olvida de todo lo bueno que hizo para ser elegido y comprado. Se olvidan de jugar. Hoy River no es un equipo, sino una banda de forajidos corriendo por cualquier lado. Corriendo porque habrán escuchado que se dice que en el futbol actual hay que correr, pero haciéndolo sin criterio.
Pareciera que no tuvieran técnica, que la pelota les quemara, tirando bochazos para arriba sacándose el problema de encima.
No es solo por ayer, ya lo demostramos el Domingo, con la diferencia de que tuvimos fortuna en dos pelotas paradas. Sino era la misma historia.
Lo de ayer, sacando a Carrizo, Ponzio (una fiera) y Abreu que hizo lo que pudo solo, fue patético. Un flancito. Un Villagra tibiecito que le llega la pelota y ya le tiemblan las piernas. Dos carretas de centrales con errores infantiles. Un Ferrari que no hizo lo que sabe hacer. Domingo que no acertó un pase y cortó poco. Un Sánchez que hay que desatarlo cada vez que termina un partido. Un Fernandez al que se le perdió la calidad. Un Ortega que no entiende que no tiene la misma cintura de hace 10 años y en vez de clarificar el juego se la pasa enganchando y complicándose. Un Falcao que lo que sabe hacer es goles pero lo ponen en el medio de la cancha. Un Rosales que ya no desborda ni tira un centro.
Con la presencia de Abreu, que es una tentación, queremos jugar a lo Boca, con la diferencia que no sabemos tirar centros. Nadie desborda y son todos pelotazos al área.
A este equipo le falta inteligencia, hambre, garra, compromiso, orden y CRITERIO.
Pasamos de ser un grande, un poderoso, a ser el hazmerreír de Sudamérica.
Lamento haber tenido que escribir estas palabras, pero es que me siento cansado y con impotencia. Espero algún día poder opinar positivamente.
Eso es todo. Ya me siento un poco mejor jajaja.
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